Albemar miraba el mar
desde aquel cuadrito colgado en la pared del comedor. ¿Cuándo fue la última vez que Albemar estuvo
en el mar? ¿Y la primera? En Aguamaría quedan algunas imágenes de esa primera
visita. El viaje en tren una noche heladísima de marzo. Una calesita musical con
pequeños conejos dibujaba círculos al pie de la interminable escalera blanca
del Hotel de Mayo. Estrellas de mar viajaban de contrabando en un baldecito
rosa. Y Albemar iniciando el ritual, perfumar su piel con agua marina en una
última zambullida antes de subir al tren del regreso.
Un día Albemar buceó
en los bolsillos de su memoria. Entre antiquísimas redes reflotó sirenas hermosas
que jamás llegaron a cantarle al oído, barcas en las que nunca navegó, playas que
no guardan sus huellas, la ilusión juvenil
de ser marinero. Amarrada allí estaba la
voz materna que había olvidado, la acomodó en sus labios.Aguamaría se
enternecía escuchándolo, al tiempo que descubría las mismas redes hilvanadas en
sus propios bolsillos.
Quisiera esparcir en la playa hoy desierta las estrellas
de mar que una vez robó, los caracoles de todos los collares que enhebró. Ver
de nuevo las almejas escurriéndose en la arena espejada. Mira a Albemar, que
mira con anhelo a través del cuadrito. Desearía devolverle el mar. Repetir una
vez más el rito. La sal de la vida de nuevo en su piel.
Anita, Juan se ve distendido y nostàlico en tu hermoso òleo, con esos colores tan tuyos, tan vibrantes.
ResponderEliminar¿Y como no estarlo cuando se añora el mar y las almejas y los caracoles y la sal de la vida en el cuerpo?
Es que el mar es un imàn, vos lo sabès bien... una vez que nos atrae hacia su inmenso azul nos volvemos eternos navegantes de sus aguas.
Un abrazo fuerte querida amiga.
El mar tiene todo eso que describes y mucho más. Quizás tanto que llenaríamos cuartillas y cuadernos y nunca acabaríamos. Pero lo dejaremos así, en la serenidad de Juan mirando al mar desde aquel cuadrito colgado en la pared...
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Hola Ana, ¡buen trabajo! una obra de arte, gracias por compartir.
ResponderEliminarYa ha llegado el mes mas entrañable del año, cargado de alegrías para unos y lleno de nostalgias para otros por los seres mas queridos que ya no están, al mismo tiempo con la tristeza de todas aquellas personas sin hogar, de todo corazón deseo que la paz y la felicidad visiten tu casa y disfrutes de estas fiestas con tus familiares.
un abrazo.
¡¡Genial!! me encanta, tiene un cierto estilo picasiano que envuelve al espectador. Bss
ResponderEliminarInfinitas gracias querida y admirada poetisa por acariciar nuestros sentidos con tan magna belleza en pinturas y letras .Miles de besinos y feliz fin de semana te deseo con inmenso cariño.
ResponderEliminar¡Hola Ana!
ResponderEliminarQue bonito cuento -relato o como queramos llamarlo. Lo leí dos veces para entenderlo algo mejor. Me fui envolviendo en el sentir de Juan que mira con amor añoranza, porque dios sabe el tiempo que paso desde esa primera vez... pudo haber sido de niño y ahora ya es viejito y claro que querría volver a repetir el rito de bañarse al mar y llevar la sal pegada a su cuerpo.
¡Me encanta el cuadro! Y ver a Juan con esa mirada nostálgica!... pero parece resignado.
Gracias Ana, por deleitarnos con tus letras y pinturas, ¡Eres una artista! Fantástica.
Te dejo un cálido abrazo y mi estima siempre.
Feliz fin de semana.
Tres historias en una.
ResponderEliminarMe gusta mucho el aire estilo Picasso de la expresión de Juan y los colores que has utilizado.
La cabeza de juan se hace mar, se sumerge en él tanto en el cuadro como en el texto y es que el mar tiene algo de primigenio, de madre universal. Es acogedor y siempre se le echa de menos. Hay un curioso cambio de estilo entre tu cuadro y el cuadro que mira Juan. Besos, amiga.
ResponderEliminaroh, qué belleza de relato!
ResponderEliminary la pintura enternece.
abrazos, ana*
Tus pinturas tienen una personalidad muy marcada, me gustan mucho. Disfruto con tus entradas, tus relatos y tu obra. Esta del mar es fantástica.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
La poesía envuelve, el mar es maravilloso, ¿quién podría morir sin haber visto el mar?. Pero tu pintura es tan original y particular que disfruto con ella. Bs.
ResponderEliminarMe gusta tu cuadro. El relato nos habla de la añoranza, está muy bien escrito con bellas metáforas e imágenes. Me da la impresión que en Aguamarina (imagino que es una zona marítima de tu tierra) se ha debido destruir el paisaje y también añora a Juan.
ResponderEliminarMuy buena la pintura y el relato,me pareció tierno y nostálgico.
ResponderEliminarPrecioso óleo y hermosas las palabras que te ha inspirado. Eres una gran artistas.
ResponderEliminarBesitos