Busqué en Google. Consulté la Wikipedia. Pregunté a los muñequitos del Messenger, ni siquiera estaba tu perfil. Ni Facebook ni Twitter publicaron noticias tuyas. Examiné el escritorio, ícono por ícono. Hasta di vuelta la papelera de reciclaje por si acaso te hubieras traspapelado.
Te perdí en el ciberespacio.
Te perdí en el ciberespacio.
Que maravilla Ana!
ResponderEliminarUna mujer de espalda buscando algo perdido en el èter...cuantas cosas se crean y cuantas se disuelven en èl.
Serà que perdimos de alguna manera los contactos de antes?
Esos de ir a tomar mate con el vecino, o ir de picnic con amigos, o planificar una fiesta sorpresa, o dejar cartas en un buzòn, te acordàs hermana que tiempos aquellos?.
Me pregunto a veces cuanto nos beneficiò y cuanto nos alejò èsta via de comunicaciòn....en fin.
Te dejo un abrazo inmenso, me encantò tanto la pintura como el texto.
Ana...muy buen trabajo...Bss
ResponderEliminarTodo es en este mundo virtual misteriosamente inconsistente. Nos atrapa, pero quizá sea mejor estar fuera, como dice Adriana. En la calle con los amigos, charlando, tomando algo. Un abrazo.
ResponderEliminarBusca en el mundo real, quizá esté ahi. Un sugerente trabajo.
tu microrrelato es poesía! y tan de estos tiempos, donde lo efímero es más efímero aún...
ResponderEliminarno te pierdo, besos*
Gracias.
ResponderEliminarUna gran belleza fusionada en los albores de la plena conciencia.
Un abrazo.
Es tan inmenso el ciberespacio que nos perdemos como hormigas.
ResponderEliminarun abrazo.
Es verdad que se había perdido en el ciberespacio la búsqueda ded tus sueños, pero estoy seguro que la llevabas dentro y, por una razón o por otra. habías decidido que allí. dentro de tí, no ibas a mirar en esxta ocasión. Un beso
ResponderEliminarAna, bonito micro. El ciberespacio está lleno de deseos, de sueños, de quimeras, perdidas, traspapeladas...No hay que dejar de buscar, siempre, en cualquier rincón, el olvido no existe, solo es distancia.
ResponderEliminarUn abrazo